viernes, 30 de octubre de 2009

¡Mentira,no es cierto,nada esta resuelto!



NO ESTAMOS DE LUTO...
porque no sentimos que el muerto esté muerto, porque palpita y se mueve con rabia y ganas de vivir, porque si de algo sirvió este plebiscito, es para remarcar que el tema de la impunidad en Uruguay, lejos de estar solucionado (como desde hace 20 años proclaman los cómplices civiles de la dictadura, entre otros), está más que nunca a flor de piel de muchísima gente, de más de 1 millón de personas que se expresaron a través de las urnas, y de muchas más que no pudieron hacerlo pero sienten la herida abierta... Un plebiscito que quizás fue mal implementado desde un principio, que se presentaba de una forma muy difícil, que exigía un nivel de votación elevadísimo, y para el cual se necesitaba una campaña de concientización tan profunda que no se podía lograr en medio de unas elecciones presidenciales, a pesar del enorme esfuerzo y disposición de muchos compañeros y compañeras, y que recibió apenas un apoyo timorato y desentendido de la fuerza política que debió apoyarlo a raja tabla, y no lo hizo (la misma fuerza política que pudo haber anulado la Ley desde el parlamento, cosa que tampoco hizo).

Entre esas personas que no votaron por el SI, muchos no lo hicieron porque apoyan la impunidad, pero ¿cuántos no lo hicieron porque no sintieron el tema como propio, porque han vivido toda la vida escuchando las mentiras repetidas hasta el cansancio por el poder y no se sienten identificadas con la situación? O, directamente, no escuchando nada; solo el silencio impuesto durante tantos y tantos años. ¿Cuántos jóvenes hay, nacidos después de la dictadura, que no saben nada de ella ni de los desaparecidos y no tienen ni idea de qué significa el Nunca más? ¿A cuántos no se pudo llegar con el tema? La papeleta única no dejó vislumbrar esto; no lo podemos saber.

También hubo, y es justo decirlo, quienes no querían que el tema se plebiscitara nuevamente, sobre el entendido de que la impunidad no es un tema definible por las urnas, y que, así como el primer plebiscito fue un error que nos costó muy caro, volver a hacerlo era tropezar dos veces con la misma piedra. Muchas personas no firmaron para definir la anulación por plebiscito (aunque tuvieron que ir a votar, una vez resuelta la vía electoral), basándose en la idea de que no podemos, así seamos mayoría, decidir de ninguna manera si se va a hacer justicia o no en nombre de toda la sociedad, y mucho menos en nombre de quienes fueron víctimas directas y ya no están, ni en nombre de los niños, quienes no pueden decidir en este momento pero van a sufrir en el futuro las consecuencias de todo esto. No se puede votar si la justicia se cumple o no; es algo que debería ser y listo. Por lo tanto, la Ley de Caducidad es nula de por sí, y anularla propiamente significa realizar un mero trámite legislativo que el sistema político le debe aún a toda la sociedad. La responsabilidad de hacer justicia a nivel institucional es del Estado, y esa decisión, ¿debe recaer como un fardo sobre las personas, que no estamos preparadas para afrontarlo ni somos quienes deberíamos estar haciéndonos responsables de ello? ¿Es lo mismo la justicia social que la Justicia institucional? Entonces, quizás las mismas energías que se volcaron en la campaña por el SI, deberíamos volcarlas en presionar al sistema político...

En fin, las preguntas son muchas, las propuestas pueden variar enormemente, las discusiones pueden enriquecerse con muchas más apreciaciones que no están plasmadas en este escrito. Podemos empezar a volcar tantas opiniones como personas seamos, con respecto a por qué llegamos hasta este momento; pero lo más importante ahora es lo que nos queda, lo que compartimos.

Porque quedamos la gente... somos muchos, muchísimos quienes una vez pasado el domingo, nos encontramos con la sorpresa de esta bronca diferente, vivida con la extrañeza de quien se cruza con un viejo conocido ya casi olvidado; esta bronca, que lejos de venir de la tristeza y del odio, viene de la indignación y de la necesidad de solidaridad, y en ese sentimiento resulta que no estamos solos, resulta que empezamos a mirar para los costados y nos encontramos con otras caras que muestran la misma bronca, la misma indignación creciendo con paulatina firmeza, apartando a la tristeza hacia un costado, dejando de lado el duelo, porque no queremos hacer un duelo, porque no sentimos que se acabó...

ESTO NO ES EL FINAL, ESTO ES EL PRINCIPIO... La gente es la que dice y la gente es la que hace... Quizás contrariamente a lo que se hubiera esperado, vemos movilización, vemos ganas y fuerza. Pensemos entonces, ¿quién debe decir si el tema está liquidado? ¿La derecha? ¿Los represores que continúan libres y que desde lugares como el Círculo Militar salen a regodearse por el resultado? ¡¿Los políticos de izquierda que no quieren hacerse cargo?!
Los únicos que pueden decir si el tema está liquidado, son los mismos que pueden dar la lucha: nosotros. Somos una mayoría social con memoria, con una sana memoria, que busca recuperar la dignidad.

Es así que nos repetimos, desde nuestra bronca, desde nuestra búsqueda, que no estamos solos, y desde este colectivo les decimos a todos y a todas, a quienes estén de acuerdo con lo que acá escribimos, y también a quienes no lo estén del todo, pero compartan el mismo sentimiento: compañero, compañera, de verdad, la lucha continúa.

Colectivo CONTRAIMPUNIDAD


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Compartimos información que nos llega de gente que ya se está empezando a movilizar en esta nueva etapa, por distintos barrios de Montevideo:


Domingo 1 de noviembre de 2009
de 17:00 a 21:00

Empezamos en la Rambla esquina Concepción del uruguay y terminamos en Kibón

Porque un 52% de los uruguayos decidió no aprobarlo...
Marchemos a favor del SÍ, para poner fin a la impunidad y abrir las puertas a la justicia. Marchemos, por los desaparecidos y sus familiares, por el pueblo uruguayo, por la convicción de que en nuestro país ni el olvido ni el perdón se otorgan con un plebiscito. ¡Marchemos a favor de la vida!
SÍ-GAMOS EN MARCHA.

Sin banderas partidarias,
sólo llevando algo rosado y negro.

Una marcha sale de Concepción del Uruguay y la otra de Ciudadela, ambas irían por la rambla y se encontrarían en Kibón.
Saldrían al mismo tiempo de cada lado para llegar más o menos al mismo tiempo al destino.



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Viernes 20 de noviembre
20hs. Plaza Libertad


Tu voto vale por uno. Tus acciones se multiplican.

El viernes 20 de noviembre, a las 20 hs, nos encontramos en la Plaza Libertad, sin banderas, vestidos de negro, en protesta contra la impunidad.

1.200.000 uruguayos votaron por anular la Ley de Caducidad.

¡LA LUCHA CONTINUA! ¡LA JUSTICIA SE HACE!


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