martes, 22 de enero de 2008

Resistencia Mapuche, desalambrando esperanza




"Me duele ver a mi tierra rodeada de carabineros (policía uniformada) ¿Por qué tengo que estar vigilado, controlado, preso en mi propio territorio?", se pregunta entre triste y encolerizado el "werkén" (portavoz) de la comunidad, Jorge Huenchullán, imputado de varios delitos al igual que otros comuneros de Temucuicui.



Compuesta por 120 familias, Temucuicui (puente hecho de temu, un árbol) se ubica en una zona rural de la comuna de Ercilla, en la Araucanía. El werkén de Temucuicui afirma que cuando Chile consiguió la democracia en 1990, la comunidad echó a andar una "estrategia de recuperación de tierras ancestrales" perdidas a fines del siglo XIX, durante el proceso usurpatorio del Estado conocido como "Pacificación de la Araucanía". Hasta 2002, las 120 familias de la comunidad vivían en apenas 250 hectáreas. Tras numerosos enfrentamientos con la empresa Forestal Mininco, dueña del fundo que ellas reclamaban, la gubernamental Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) les restituyó el predio a través de su Fondo de Tierras. Según la Conadi, Temucuicui recibió 1.937 hectáreas valorizadas en tres millones de dólares actuales. Desde 1990, el gobierno ha restablecido cerca de 500.000 hectáreas a comunidades mapuches. Y hoy existen 500 comunidades en proceso de compra. Pero Temucuicui reivindica otras 800 hectáreas, en manos privadas.

Quieren recuperar todo lo que les pertenecía y no cejarán hasta lograrlo, advierte su werkén. Esta actitud le ha valido a la comunidad ser sindicada por la prensa como la más "radicalizada" del pueblo mapuche. Los indígenas no han presentado nuevas solicitudes a la Conadi porque están cansados de las trabas burocráticas, dice Jorge, quien niega tajantemente que su comunidad tenga vínculos con grupos subversivos de izquierda, como han especulado en los últimos meses medios de prensa.






Criminales en su propia tierra

Desde inicios de los 90, parte del pueblo mapuche comenzó protestas en demanda de mayores derechos territoriales, políticos y culturales, disconforme con la política "asistencialista" de la coalición de centroizquierda que gobierna hasta hoy. También cuestionaban que el Estado incentivara las inversiones forestales y las obras de infraestructura en su territorio ancestral, que comprende las sureñas regiones del Bío-Bío, la Araucanía y Los Lagos. Esto potenció los conflictos por la posesión de los recursos naturales, vitales en la cosmovisión indígena. La respuesta estatal fue invocar severas leyes como la de Seguridad Interior del Estado y la antiterrorista, impuesta durante la dictadura (1973-1990).

Según estimaciones de la agrupación mapuche Meli Wixan Mapu de Santiago, 500 miembros de este pueblo han sido procesados desde 1990 por delitos vinculados a reivindicaciones territoriales. Según el investigador Eduardo Mella, autor del libro "Los mapuches ante la justicia. La criminalización de la protesta indígena en Chile", publicado en 2007, "el Estado ha reducido el conflicto a un plano meramente judicial", penalizando a los nativos para desmovilizarlos.

Entre 2003 y 2007, cuatro organismos internacionales han recomendado a Chile revisar la política penal aplicada a los pueblos indígenas, entre ellos el relator especial sobre la Situación de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los Indígenas, Rodolfo Stavenhagen. Ana Lucía Cayul, de 51 años, asegura que durante un allanamiento policial fue amarrada a un poste fuera de su casa mientras los uniformados registraban su vivienda. "Fue como una hora, me desmayé y me tiraron agua, me mojaron entera", recordó. Decenas de denuncias como ésta fueron constatadas en enero de 2007 por una misión internacional convocada por el no gubernamental Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, con representantes de Amnistía Internacional, la Ayuda Popular Noruega y el Centro de Estudios Legales y Sociales de Argentina, entre otros.

Los comuneros aseguran que los uniformados, no siempre portando órdenes judiciales, ingresan violentamente a sus casas, destruyen enseres y objetos de valor cultural, maltratan a ancianos, mujeres y niños, no dudan en utilizar armas letales y profieren epítetos racistas.



Vulnerables y sin derechos

Las condiciones y duración del encarcelamiento y los testimonios de expertos revelan que su
marginación los hace más vulnerables a los abusos del sistema y a las fallas habituales del debido proceso en la región. En Chile, hay nueve etnias reconocidas por el Estado. Según estadísticas de 2006, el pueblo mapuche está conformado por 922.833 personas, que representan 87,2 por ciento de la población indígena del país. De acuerdo con un estudio de Gendarmería (guardia de prisiones), en 2005 había 1.207 indígenas encarcelados en cinco regiones: 82,9 por ciento eran mapuches. Los principales delitos cometidos por los indígenas fueron contra la propiedad (50,2 por ciento) y contra las personas (15,9 por ciento), además de tráfico de drogas e infracción a la ley de armas (15,2 por ciento).


Aunque los mapuches presos están vinculados mayoritariamente a delitos contra la propiedad, las estadísticas no especifican cuáles fueron cometidos en el marco del conflicto ancestral que mantiene ese pueblo originario con el Estado, por sus demandas de mayores derechos territoriales, políticos y culturales.
Según estimaciones de la agrupación mapuche de Santiago Meli Wixan Mapu, al comenzar 2008 hay 15 "presos políticos mapuches" en las cárceles del sur del país, la mayoría de ellos juzgados por la severísima ley antiterrorista impuesta durante la dictadura (1973-1990) y modificada en democracia. Desde 1990 a la fecha cerca de 500 mapuches habrían sido procesados por su participación en actos de protesta social. Hoy estarían encausados cerca de 150. Algunos delitos imputados son usurpación de tierras, atentados incendiarios a predios agrícolas y forestales, amenazas y daños a dueños de latifundios, robo de animales y madera y desórdenes públicos.

Hay comuneros que prefieren permanecer en la clandestinidad por considerar que no existen garantías en los procesos judiciales. Las comunidades en conflicto también denuncian graves atropellos policiales en allanamientos en busca de pruebas y prófugos. En 2006, el Observatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas documentó 18 casos de violencia policial y en 2007 otros 26.

Este año se inauguró con el asesinato del joven universitario Matías Catrileo, baleado por la policía mientras participaba junto a un grupo de comuneros en la toma de un predio privado. Se trata del episodio más grave ocurrido en la zona desde el asesinato en 2003 del joven comunero mapuche Alex Lemún, quien recibió un impacto de bala en la cabeza en un enfrentamiento con carabineros (policía militarizada). El caso, investigado por la justicia militar, fue sobreseído sin condenas.

Por otra parte, Patricia Troncoso, una activista de la causa mapuche, lleva mas de tres meses de huelga de hambre, dispuesta a morir por conseguir la libertad de todos los autodenominados presos políticos mapuches y por la desmilitarización de las comunidades que reivindican tierras. Los otros cuatro comuneros que ayunaban junto a ella desistieron pasados los 60 días por el delicado estado de salud en que se encontraban. Troncoso, de 37 años, cumple una condena de 10 años y un día imputada del delito de "incendio terrorista". La justicia le atribuyó responsabilidad en el incendio en diciembre de 2001 de 100 hectáreas que contenía una plantación de pinos en el predio Poluco Pidenco, de la empresa Forestal Mininco, en la comuna de Ercilla, región de la Araucanía.

Esto ha sido cuestionado por organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales e internacionales por considerar desproporcionadas las penas aplicadas y por estimar que las reivindicaciones políticas y territoriales del pueblo mapuche no son actos de terrorismo. Aunque la presidenta Bachelet se comprometió a no aplicar más la ley antiterrorista para perseguir acciones de protesta social mapuche, los activistas piden revisar las condenas dictadas bajo esa legislación.
Las más importantes son la liberación inmediata de todos los "presos políticos mapuches", cifrados en cerca de 20, y la "desmilitarización y fin a la represión hacia las comunidades movilizadas por sus derechos políticos y territoriales". Además, reclaman el término de "los montajes políticos judiciales en contra de dirigentes mapuches". Esto ha sido muy criticado por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales por considerar desproporcionadas las penas aplicadas y por estimar que las reivindicaciones políticas y territoriales del pueblo mapuche no son actos de terrorismo.

A lo largo de estos meses, se han realizado manifestaciones ciudadanas en Temuco, Santiago y otras ciudades de Chile en reclamo de una solución al conflicto, el cual también ha tenido eco en Europa.



Fuente:IPS(InterPres Service-http://www.ipsnoticias.net/)

domingo, 20 de enero de 2008

"Quien golpea olvida, quien recibe recuerda"



Nuestra lamngen Patricia Troncoso está cumpliendo 103 días en huelga de hambre, su estado de salud es gravísimo, ha entrado en la tercera fase de riesgo vital, que trae consigo la muerte súbita.

COOAMS


La Chepa hoy con 30 kilos menos, torturada y hostigada por Gendarmería dependiente del Gobierno chilenoEl Estado, la Concertación de Partidos por la Democracia, y su Presidenta, doctora Michele Bachelet Jeria, han aislado a Patricia Troncoso, trasladándola a la fuerza desde el Hospital de Angol al centro hospitalario de Chillán, el cual no tiene las condiciones mínimas que garanticen la vida de nuestra lamngen. Claramente, esta actitud gubernamental deja a Patricia a merced de la muerte.

Pero no sólo esto, el Gobierno, ha buscado por medio de otros actores, quebrar la huelga de hambre de Patricia. No porque se interese en la vida de ella, sino porque sabe que la huelga de hambre de nuestra hermana tiene objetivos tan importantes como la desmilitarización del Territorio Mapuche y defender los derechos y la vida en nuestras comunidades. Así, el Partido Comunista y su jerarca Lautaro Carmona, han servido de instrumento para ello, pretendiendo dividir al movimiento Mapuche y aislar a don Roberto Troncoso, padre de nuestra hermana, de las decisiones tomadas por ella. Esto, nos lleva a decir que el Partido Comunista, NO ES un ente político válido para la hermana Patricia, ni para su familia ni para las comunidades Mapuche en conflicto.

Así mismo, el Gobierno en su escalada contra el pueblo Mapuche y sus líderes, y en su estilo inhumano ha decidido torturar a la huelguista desde su misma llegada al hospital de Chillán, instruyendo al personal de Gendarmería para que ingiera alimentos en presencia de ella, también llevando a psiquiatras y psicólogos que la interrogan constantemente, lo que representa torturas psicológicas y una clara violación a los DDHH de Patricia Troncoso Robles. Junto con ello, en el hospital de Chillán, además de Gendarmería, encargados de custodiar a nuestra lamngen, son también efectivos de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).

Igualmente, pese a todo estos hechos: la tortura, el cerco informativo y el aislamiento, el Gobierno de Chile, con Michelle Bachelet Jeria a la cabeza, no ha podido quebrar la convicción, valentía y compromiso de lucha de nuestra Lamngen Patricia Troncoso con la Nación Mapuche. Ella a 103 días de huelga de hambre, la más extensa en la historia de Chile, sigue en su planteamiento político.

Por todo esto, las redes de apoyo al pueblo Mapuche, de Osorno, de Concepción, de Temuco, de La Serena, de Chillán, de Rancagua y Santiago, convocamos a que desde mañana 21 de enero de 2008, se inicien a lo largo de todo Chile, ayunos y diversas acciones en solidaridad con nuestra hermana Patricia Troncoso Robles.


¡Por la libertad de las y los Presos políticos Mapuche!

¡Por el fin de la militarizacion de wallmapu!

¡Por la derogación de la Ley antiterrorista!

¡Por la vida de nuestra lamngen!

¡Contra el Femicidio de Estado!

¡Contra el Etnocidio!

Marrichiweu¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Coordinaciónde Organizaciones Autónomas Mapuchesde SantiagoAgrupación Mapuche Kilapan, Consejo Mapuche Pikunche, Jufken Mapu, WemulfunRedes de apoyo de Osorno, Concepción, Temuco, La Serena, Chillán, Rancagua y Santiago

jueves, 3 de enero de 2008

Nuestra palabra también es urgente.. Solidaridad con el Pueblo Mapuche!!

El joven estudiante Mapuche Matías Catrileo, de la universidad de La Frontera de Temuco, murió en el día de ayer luego de ser baleado por ráfagas que habría disparado la policía militar chilena según informaron representantes de las comunidades indígenas. El hecho ocurrió en Vilcún, 18 kilómetros al nororiente de Temuco, donde familias Mapuche habían ocupado territorios que reclaman como de propiedad histórica.El cuerpo del universitario Mapuche durante toda la mañana permanecía en poder de la comunidad que impidió que la misma policía se hiciera cargo de la víctima por temor a que estos funcionarios estatales modifiquen las evidencias acusatorias. El abogado del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, José Aylwin, señaló de inmediato que la muerte de Matías Catrileo es el “resultado del silencio y complicidad del actual Gobierno con carabineros”. El asesinato de Catrileo ocurre a cuatro años de la muerte por parte de carabineros de otro estudiante mapuche, Alex Lemún, quién recibió un balazo en la cabeza proveniente de la escopeta del mayor de carabineros Marcos Treuer. Estos hechos suceden mientras existe un reclamo generalizado de organismos nacionales e internacionales, incluida las Naciones Unidas, por el trato que el Estado chileno está dando al pueblo Mapuche. La protesta social e histórica de los Mapuche se enfrenta a militarización de los territorios ancestrales, aplicación de la Ley Antiterrorista heredada de la dictadura de Pinochet, la ocupación de los territorios por parte de las grandes compañías forestales, y la negativa del estado chileno a firmar los diferentes acuerdos internacionales que la mayoría de las naciones los han firmado.

De esta forma en Chile una cincuentena de organizaciones sociales dirigen carta a Presidenta / Por su parte, también se pronuncian la Escuela de periodismo de la PUC de Valparaíso; La coordinadora Internacional de apoyo al Pueblo Mapuche con diversos referentes de DDHH; La Asociación Americana de Juristas; el Colegio de antropólogos; La Consejería indígena urbana y, el Consejo de Todas las Tierras, entre otros.

Palabra urgente al pueblo mapuche (Por Tito Tricot)

Quién sabe que pensó Matías en el momento preciso cuando aquella bala le acribilló para siempre sus sueños de tierra madre. Tal vez sintió una lluvia de buganvillas amaranto en el pecho que se confundió irremediablemente con su furia de siglos. La misma que ahora nos embarga y nos duele, como chilenos, como mapuche de viento antiguo. Y por eso te escribo hermano mapuche, por eso te lloro hermana mapuche, porque las profundidades del silencio solo albergan la complicidad de los que callan y miran hacia el lado cuando la guerra quema la piel indígena desde hace centurias. Pero también están los que mienten y, desde la arrogancia del poder, hablan de terrorismo, cuando estos peculiares “terroristas” mapuche jamás han asesinado a nadie, por el contrario, los únicos muertos son dos jóvenes mapuche: Alex Lemun y Matías Catrileo quienes cayeron acribillados en una tormenta de luciérnagas azules que atravesó el terciopelo de la noche sureña la madrugada en que la policía hizo lo que sabe hacer mejor: matar. Y mataron en dictadura y matan en democracia, quedaron impunes en dictadura y quedan impunes en democracia.
Nos hablan del conflicto mapuche y del problema mapuche, cuando el conflicto y el problema lo comenzaron los chilenos cuando ocuparon militarmente territorio mapuche a fines del siglo diecinueve. Les arrebataron tierra y territorio, bosques y ríos, pájaros y montes, pero jamás pudieron quitarle sus sueños de dignidad. Entonces, cada cierto tiempo y desde siempre, el mapuche dice basta, cansado de la expoliación chilena que se viste de colono, latifundista, de empresa forestal y, por cierto, de la abisal violencia del winka que no puede soportar que le recuerden su morenidad.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que no todos somos el gobierno, no todos somos el Estado, no todos somos racistas, no todos renegamos de nuestras raíces.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que no estás solo en tu incesante periplo para que simplemente te dejen ser. Que somos muchos los que nos dolemos de tu dolor, nos reímos con tu alegría y que nos asombramos con el canto de las bandurrias.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que el asesinato de Matías nos alborota la garganta, nos oprime el corazón y nos ensombrece la mirada.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que la huelga de hambre de los hermanos y hermanas presos nos enfurece el alma ante el fuego de su sacrificio.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que tu lucha por la autodeterminación es también nuestra lucha
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que tu urgencia es nuestra urgencia.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que la furia contra la policía asesina es nuestra furia.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que la furia contra el gobierno racista es nuestra furia.
Por ello mi palabra urgente, para que sepas que nadie puede matar impunemente, que el gobierno debe responder por sus actos y debe cesar de utilizar la represión contra un pueblo que solo brega por sus derechos.
Por ello mi palabra urgente al pueblo mapuche, para que sepas que tiene la urgencia de la vergüenza, del dolor, de la ira, pero también de la esperanza, pues tengo la certeza que algún día la cordillera se estremecerá de fuego cuando los chilenos, por fin, reconozcan su india morenidad.
Tito Tricot, Sociólogo
Director del Centro de Estudios Interculturales ILWEN
Chile
Enero 2008

Desde el colectivo contraimpunidad manifestamos nuestro repudio a los violentos tiempos que sufren los Mapuches en la defensa de sus tierras…legitimo derecho de todo pueblo originario a defender lo que le pertenece.
Nuestra palabra también es urgente..
Solidaridad con el Pueblo Mapuche!!