miércoles, 4 de marzo de 2009

Con "jueces" como estos...





El siguiente ensayo escrito por Mumia impulsó a varios otros periodistas como Amy Goodman de Democracy Now a investigar el sórdido negocio de la venta de jóvenes, niñas y niños a las prisiones privadas en Estados Unidos.


Con "jueces" como estos...
x Mumia Abu-Jamal

En el condado Luzerne de Pensilvania, hay 9 jueces del Tribunal de Primera Instancia. Dos de ellos acaban de declararse culpables en una conspiración para procesar y sentenciar a menores de edad a una prisión privada, en el afán de sacar mordidas de los constructores y dueños de las prisiones.


Según información publicada, los jueces Mark A. Ciavarella y Michael T. Conahan enviaron a cientos de niños y niñas a una cárcel privada, y se clavaron alrededor de 2,5 millones de dólares en mordidas. Esto pasó no sólo por la corrupta avaricia de los jueces, sino también porque casi ninguno de los menores tuvo representación legal.


El Centro de Derecho de Menores (Juvenile Law Center) de Filadelfia presentó una petición ante la Suprema Corte del estado de Pensilvania alegando la inconstitucionalidad de la práctica de procesar y sentenciar a prisión a unos 250 menores de edad sin representación legal, pero el 8 de enero de 2009, el más alto tribunal del estado rechazó la petición. Para empeorar las cosas, la información penal recién presentada afirma que los dos jueces ejercieron su poder e influencia para cortar los fondos del centro de detención juvenil del condado, precisamente cuando ellos mismos enviaban a los jóvenes a la prisión privada. (¡Vaya privatización!)


Casi un mes después, el más alto tribunal del estado cambió de opinión, revocando el rechazo. ¿Qué pasó?


Bueno, entre otras cosas, los dos jueces se declararon provisionalmente culpables, pero sólo de los cargos federales de fraude telegráfico honesto.


Meten a cientos de menores de edad en la cárcel, tras procesos claramente anticonstitucionales sin representación legal, y el tribunal más alto del estado ni siquiera parpadea. Los medios de comunicación reportan las barbaridades, pero a la Suprema Corte de Pensilvania le interesan poco o nada. Así se hacen los dictámenes hoy en día, cuando los propios jóvenes son carne de cañón del complejo industrial de prisiones.


El condado Luzerne es el décimo condado más grande del estado, con un poco más de 300,000 almas. Por lo menos 22% de los jueces se han declarado corruptos en el sórdido negocio de vender la libertad y el bienestar de niños pobres para obtener ganancias.


--(c) '09 maj


Fuente: Legal Intelligencer, 3/2/09; 4/2/09.


Escrito 7 de febrero de 2009
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México

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