miércoles, 10 de diciembre de 2008

60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Derechos Humanos; ¿para quién?

¿Para los 963 millones de hambrientos que se expanden aceleradamente por todo el planeta?

¿Para las miles de víctimas de las guerras del Imperio?

¿Para los que diariamente son reprimidos, torturads y desaparecidos a manos de los lacayos del poder trasnacional a traves de los planes de contrainsurgencia?

¿Para las mujeres violadas y sometidas como botín patriarcal?

¿Para los familiares de los asesinados por el Terrorismo de Estado que aún buscan verdad y justicia frente a las cínicas respuestas de los gobiernos fascistas y seudo progresistas?

¿Para tod@s aquellos que sufren la violencia silenciosa e invisible ,los desposeídos,los nadies,los marginados del sistema privilegiado de unos pocos?

¿Que es lo que hay que festejar?



La digna rabia en América Latina
Marcos Roitman Rosenmann
Mientras sus pensamientos envuelven los pasos sobre los que ya no podrán volver, se desplazan. Otras se quedan; también hay quienes optan por una solución drástica. Mientras tengan la capacidad de ejercer sus derechos ante las violaciones del enemigo, el acto de amor es evitar sufrimiento. Se han apoderado de su territorio, no de su dignidad. Optan por el aborto. Es la respuesta a una infamia.

Durante años los paramilitares, los terratenientes y el gobierno se comprometen con el exterminio de los pueblos indígenas. El ejército entra sin contemplación alguna. Arrasa poblaciones enteras de campesinos mayas. Los descuartiza. Algunos soldados juegan al futbol con la cabeza de sus víctimas. Otros prefieren el canibalismo. También empalar no es mala opción, supone un ejemplo de machismo a la tropa. Mientras tanto, las ONG de ayuda al desarrollo buscan dinero en Europa para construir puentes y carreteras en medio de la selva. Es la forma de llevar la “civilización”. Senderos de gravilla para mantener comunicadas las aldeas. Sin mala intención podrán obtener recursos y pasar algunos años de su juventud en un país “exótico”. Es la otra cara de la moneda. Desconocen los usos que darán las autoridades a sus proyectos. Han hecho el trabajo sucio a las fuerzas armadas. El genocidio puede comenzar gracias a la buena voluntad de las ONG. Son los efectos no deseados de la acción. Los daños colaterales. Jeeps fabricados en Estados Unidos, financiados con la ayuda al desarrollo, entrarán semanas más tarde a los poblados antes casi inaccesibles sin muchos contratiempos. En pocos minutos nadie queda vivo.

De esta guisa fueron exterminados en Guatemala, según consta en las conclusiones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de Naciones Unidas, a manos del ejército, 180 mil civiles. La mayoría campesinos indígenas de cuatro regiones pobladas por cinco grupos étnicos, mayas-q’anjob’al, maya cluj, maya ixil, maya-kiche’ y maya-achi’. El informe fue demoledor y se definió su actuación como genocidio. “Agentes del Estado de Guatemala, en el marco de las operaciones contrainsurgentes, ejecutaron actos de genocidio en contra de los grupos del pueblo maya…” Sin embargo, esta realidad fue conscientemente ocultada. La política del olvido y el pragmatismo se impone.

Los procesos de paz de los años 80 acaban por reducir las matanzas a reflejos de una época de violencia donde las bajas fueron consecuencia de la guerra fría y de la lucha anticomunista. Pero hoy se sigue exterminando a los pueblos mayas. Son miles los desplazados. En la frontera con México se ve transitar a cientos de familias guatemaltecas en campamentos de refugiados que han perdido todos sus bienes. Están olvidados, tienen miedo y no regresan. Su futuro es arrebatado por las multinacionales agroalimentarias. Sobreviven en medio de la indigencia. Los pueblos indios llevan en esta situación desde la conquista. No es necesario incidir en el colonialismo interno, tan bien expuesto por Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen. En dicha realidad, la sociedad blancomestiza se siente cómoda explotando y dominando. Es el exterminio de una cultura.

El etnocidio como la solución final les evitará una guerra interna, como en Chiapas o el sur de Chile con los mapuches, donde se mandan el ejército y las fuerzas armadas aplicando la ley antiterrorista de 1984, es decir, creada durante la dictadura de Pinochet. En la cárcel más de 200 mapuches acusados por dicha ley. Una realidad que se generaliza a todo el continente. En la mayoría de los países latinoamericanos los pueblos indios sufren las consecuencias de un poder político racista, fundado en teorías de la superioridad étnico-racial del siglo XVI.

La conquista trazó sus límites y puso sobre la mesa la cosmovisión del colonizador, más adelante mutado en criollo, transformado en oligarca en el siglo XIX y reconvertido en neoliberal por obra del proceso de trasnacionalización del capital. De gustos toscos y comportamientos impropios de cristianos viejos, se convirtieron de porqueros en hacendados, luego en grandes mineros, financistas e industriales, y hoy travestidos en gerentes de la Monsanto, Endesa, Telefónica, Iberdrola o Repsol. Herederos de los Alvarado, Coronado, Pizarro, Valdivia, Alvear son los actuales forjadores de las dinastías de los conquistadores. No han variado un ápice sus mentalidades primitivas. Así se explican las matanzas y el odio profundo contra los pueblos indios. Mapuches, mayas, chibchas, yanomamis, guaranís, quichuas o aymaras. No de otra manera se comprende que emerja en Chiapas una rabia en forma de resistencia y se organice traspasando fronteras. Que su presencia se extienda y que amerite un debate. Esa defensa frente a la explotación, la muerte, la tortura y la codicia. No hay épica en la resistencia, hay perseverancia, y un nuevo modo de construir el futuro. Es la otra historia, la de la digna rabia, aquella que abre caminos y se presenta de manera irreverente, sin pedir permiso a las clases dominantes, a sus partidos, a sus intelectuales y, sobre todo, a sus aliados de la izquierda neoliberal.

Hoy, más que nunca, es obligado escuchar la voz de quienes en su resistencia incorporan nuevas formas de actuar y pensar desde los principios de la dignidad, la justicia, la democracia, sin renuncia a su identidad. Única manera de construir un proyecto donde la soberanía y la independencia se reúnen en la lucha contra la explotación capitalista.

fuente:http://www.jornada.unam.mx/2008/12/08/index.php?section=opinion&article=017a1pol

Declaración de los derechos de las humanas


1.- todas las mujeres tenemos derecho a la felicidad!!
2.- todas las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas
3.- todas las mujeres tenemos derecho a gozar sexualmente de nuestra sexualidad
4.- todas las mujeres tenemos derecho a ser madres y a no serlo
5.- todas las mujeres tenemos derecho a decir nuestra palabra y a callarla
6.- todas las mujeres tenemos derecho a amar a hombres o mujeres o a cualquier persona de la opción sexual que sea
7.- todas las mujeres tenemos derecho a interrumpir un embarazo no deseado, y a continuar un embarazo deseado. Todas las mujeres tenemos derecho a respetar nuestro deseo y a exigir que sean respetados.
8.- todas las mujeres tenemos derecho a exigir una educación sexual adecuada. Todas las mujeres tenemos derecho a recibir gratuitamente anticonceptivos. Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir.
9.- todas las mujeres tenemos derecho a creer en los dioses o en las diosas que los acompañen en nuestras resistencias. Y también el derecho a no creer en dioses o diosas, sino, en las brujas milenarias que arden en las piras fundamentalistas.
10.- todas las mujeres tenemos derecho a no ser desaparecidas en democracia, a no ser secuestradas por las redes mafiosas de la trata de personas.
11.- todas las mujeres tenemos derecho a denunciar el femincidio como un crimen de lesa humanidad, A buscar a los culpables y a exigir justicia, verdad y castigo.
12.- todas las mujeres tenemos derecho a nacer con esperanzas en el mundo y a envejecer con dignidad.
13.- todas las mujeres tenemos derecho a ser izquierda y a no entregar nuestro apoyo a quienes desconocen nuestros derechos y nuestras izquierdas, aunque sean mujeres
14.- todas las mujeres tenemos derecho al trabajo, a igual salario por igual trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda, a la tierra, a la identidad cultural originaria, a la soberanía alimentaria, a la soberanía de nuestros cuerpos. A la reforma agraria, a desalambrar nuestros cuerpos y las creencias religiosas, científicas y políticas sobre nosotras.
15.- todas las mujeres tenemos derecho a rebelarnos frente al patriarcado y a todas las opresiones. Tenemos derecho a desobedecer frente al orden que manda y disciplina. Tenemos derecho a gritar frente al poder que silencia.
16.- todas las mujeres tenemos derecho a vivir en paz. A enfrentar el orden imperialista que invade y mata, que vuelve nuestros cuerpos trofeos de guerra.
17.- todas las mujeres tenemos derecho a bailar, para celebrar nuestros derechos y para olvidar los mandatos y las culpas impuestas. Todas las mujeres tenemos derecho a cantar en el coro inconveniente de todas las rebeldías

PD:
1.- la emancipación de las mujeres, será obra de las mujeres mismas.
2.- las mujeres en el poder no son garantía para el poder de las mujeres.
3.- la conciencia feminista no nace de gajo ni crece en las urnas. Conciencia feminista es cultura de rebeldía, que nace y crece en los cuerpos que se rebelan, contra el orden patriarcal, contra la heterosexualidad obligatoria, contra el trabajo doméstico que nos domestica.

liliana daunes
www.larosabrindada. blogspot. com





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