Miguel Badillo, Director de Contralínea, condenó el asesinato de dos de sus colaboradoras y recordó que Contralínea es un medio sobre el que pesan “varias amenazas y demandas; hay acoso, hay boicot publicitario y sigue habiendo mucha presión contra todo el equipo".
Miguel Badillo, Director de Contralínea, condenó el asesinato de dos de sus colaboradoras
Ante el asesinato de las periodistas Rocío González Trápaga y Marcela Yarce Viveros, esta última Directora de Relaciones Públicas, Comercialización y Publicidad de la Revista Contralínea desde su fundación en 2002, Miguel Badillo, Director del semanario, recordó que Contralínea es un medio sobre el que pesan “varias amenazas y demandas; hay acoso, hay boicot publicitario y sigue habiendo mucha presión contra todo el equipo de Contralínea y hemos aprendido a vivir con ello".
Sin embargo, agregó el periodista, “este crimen atroz” rebasa los límites, pues las dos periodistas fueron asesinadas con una gran saña; “estamos muy preocupados y muy molestos y por ello exigimos el esclarecimiento y que haya justicia a la brevedad”, manifestó.
Miguel Badillo explicó que Contralínea “ha enfrentado unas 15 demandas en los últimos 5 años, impulsadas por grupos empresariales vinculados con Petróleos Mexicanos; también -puntualizó- hemos tenido allanamientos de las oficinas, nos han robado las computadoras y bajo este clima violento no se entiende el trabajo que debe hacer un periodista; hemos recibido amenazas de muerte que ahora se ven reflejadas terriblemente en este crimen de nuestras dos compañeras”, lamentó el también autor de la columna Oficio de Papel.
Con los dos cuerpos hallados en un parque de Iztapalapa, suman 74 periodistas asesinados en México del 2000 a la fecha. “Demandamos para todo el gremio periodístico condiciones necesarias para que podamos ejercer un periodismo libre, crítico e independiente”, demandó Miguel Badillo, tras expresar que ya son demasiados los muertos y muchas las agresiones y los actos intimidatorios que utiliza la autoridad; “exigimos respeto porque vamos a continuar”, aseguró el también autor del libro ISOSA: Fraude.
El asesinato de Rocío González Trápaga y de Marcela Yarce Viveros, originaria de Puebla, también madre de dos hijos y periodista con Maestría en Comunicación Periodística y Nuevas Tecnologías, “no solamente no nos detiene; nos enfurece, nos enoja, nos preocupa, pero vamos a seguir adelante. Contralínea, por su lado, también va a investigar estos crímenes”, concluyó Manuel Badillo.
Rocío González Trápaga y Marcela Yarce Viveros serán despedidas por familiares, amigos y el gremio periodístico en la agencia funeraria de Félix cuevas y Gabriel Mancera.
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