miércoles, 30 de junio de 2010

¡LIBRES!

Ordena SCJN liberar a los 12 presos por caso Atenco

Primera Sala concedió el amparo "liso y llano", incluyendo a Ignacio del Valle y Felipe Alvarez Medina. Por mayoría de 4-1, ministros votaron que hubo uso de pruebas ilegales e intento de acusarlos de un delito que no cometieron.

La Jornada en línea

Publicado: 30/06/2010

México, DF. Los ministros de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon la libertad de los 12 detenidos desde mayo de 2006 por los sucesos de San Salvador Atenco, estado de México.

Por mayoría de cuatro votos contra uno, los líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Ignacio del Valle -quien fue condenado a 112 años de prisión por secuestro equiparado y ataques a las vías de comunicación- Felipe Alvarez Medina y Héctor Galindo, recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano, quedaron liberados.

Al concederles el amparo "liso y llano", los acusados quedarán libres una vez que la notificación llegue a las autoridades de los penales en donde se encuentran presos.

Los ministros determinaron que en el caso Atenco se usaron pruebas ilegales con las que se intentó acusar a los atenquenses de un delito que no cometieron, es decir, no se demostró el delito de secuestro equiparado, toda vez que la retención de funcionarios mexiquenses se dio en un contexto político-social de presión a las autoridades para que atendieran demandas en beneficio de la población.

A este respecto, la ministra Olga Sánchez Cordero apuntó que funcionarios mexiquenses se comprometieron a dialogar con integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, y demandaron la presencia del secretario de Educación de la entidad.

Recordó que los manifestantes se esperaron sin éxito la llegada de los servidores públicos mexiquenses, por lo que decidieron trasladar a los detenidos a otra sede, lo que trató de ser impedido por corporaciones policiales.

El único voto en contra de tales argumentaciones provino del ministro José de Jesús Gudiño.

El nombre del resto de los detenidos que obtuvieron su libertad por unanimidad de los ministros son Óscar Hernández Pacheco, Rodolfo Cuéllar Rivera, Julio César Espinoza Ramos, Juan Carlos Estrada Cruces, Édgar Eduardo Morales Reyes, Jorge Alberto y Román Adán Ordóñez Romero, Narciso Arellano Hernández y Alejandro Pilón Zacate, quienes permanecen en el penal Molino de Flores con penas apenas superiores a 30 años.

Las condenas que pesaron sobre los atenquenses -dictadas por un juez del estado de México a petición de la Procuraduría de Justicia mexiquense- fueron una de "maquillaje institucional para criminalizar la protesta social", expresó en su momento Juan Silva Meza.

A la sesión asistió la activista y Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams, quien calificó la resolución como una decisión histórica y que los ministros están diciendo que con ello “los derechos humanos valen” y que es un día en el que “México ha ganado justicia”.

A este amparo, se suma la resolución que en 2009 emitió la Corte en la que advierte que en los disturbios de mayo de 2006 sí hubo violación grave de garantías individuales por parte de los elementos de seguridad que realizaron el operativo.

Al exterior del edificio de la Corte integrantes del FPDT, que mantenían un plantón desde hace varios meses, celebraron el hecho junto con la esposa de Ignacio del Valle, Trinidad Ramírez.


Tras cuatro años de lucha, "son libres", dijo Trini a cientos que esperaban el fallo

Periódico La Jornada

Jueves 1º de julio de 2010

Con el puño en alto, Trinidad Ramírez, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y esposa de Ignacio del Valle, bajó las escalinatas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras escuchar la resolución del pleno. Emocionada, se fundió en un largo abrazo con Jody Williams, premio Nobel de la Paz 1997, y enseguida dijo ante el micrófono: “Después de cuatro largos años de lucha, podemos gritar el día de hoy: ¡Son libres… lo conseguimos!”

Con voz que denotaba su emoción, Trinidad Ramírez se dirigió a los más de 300 asistentes al mitin de apoyo por la libertad de los presos políticos, y gritó: “que todo el pueblo lo escuche y todo el país: el FPDT volvió a conseguir lo que parecía imposible, vencer al gobierno federal y al mexiquense. La Suprema Corte ha dictado la libertad inmediata de todos nuestros presos políticos, de los 12 compañeros. No es una concesión, sino un acto de congruencia jurídica y de respuesta a la movilización social.

"Frente a esto, venimos a decir: teníamos la razón, siempre la tuvimos. Ninguno de nuestros 12 compañeros presos merecía estar privado de su libertad. Se trata de campesinos, maestros, estudiantes, universitarios, pobladores humildes que fueron recluidos por orden directa del Estado, por la acción concreta del poder federal y del estado de México."

Ante integrantes del FPDT, estudiantes, representantes de organizaciones sindicales y civiles, Trinidad Ramírez aseveró: "en este momento nos embarga la emoción, hay sentimientos encontrados. El latir de mi corazón es cada vez más fuerte, pero bien sabía yo que ese latir estaba siendo acompañado no sólo por los que están aquí, sino por los que están en otros lugares. Veo lágrimas de mis compañeras y compañeros; cuando lloramos decimos que es de corazón, de un pueblo que lucha. Hoy logramos la libertad de todos. Es un triunfo de todos".

Jody Williams también alzó el puño y, visiblemente emocionada, señaló: "Bravo para la gente de Atenco que tanto ha sufrido y todavía ha tenido esperanza de justicia. Con esta decisión histórica la Corte está diciendo que los derechos humanos sí valen en este país, que no valen sólo los derechos de la gente con poder y lana, sino los derechos de todos los mexicanos. Tal vez tengan un futuro mucho mejor. Ha sido un honor para mí estar con la gente de Atenco".

Más tarde, en entrevista, indicó que "esto no es justicia completa. Están pendientes los casos de las 27 mujeres violadas y me gustaría saber cómo van a reparar el daño a los 12 presos que perdieron cuatro años de su vida. Pero hoy es día de festejar por la justicia en México. Nosotros, los 12 que firmamos la carta, vamos a continuar hasta que todos tengan justicia".

Ofelia Medina, en representación del Comité Libertad y Justicia para Atenco, manifestó: "Esto no significa que haya justicia, simplemente quiere decir que se detuvo la injusticia; para que digamos que hay justicia tienen que ser condenados los culpables intelectuales y los que realizaron este proceso violatorio que hemos vivido".

Medina estuvo presente en la sesión de la Corte con Trini, Bruno Bichir, Williams y familiares de los presos políticos de Atenco. Al salir de la sesión sus rostros reflejaban su emoción. Hubo abrazos y lágrimas.

Antes, en el mitin por la liberación de los 12 detenidos de Atenco que se realizaba fuera de la Corte, Damián Camacho dijo a las 12:25: "Nos acaban de informar que los ministros aprobaron la libertad de los nueve detenidos en el penal Molino de Rosas".

"¡Libertad, libertad, presos políticos libertad!", gritaron los manifestantes machete en alto, entre lágrimas y abrazos.

A las 13:04, Camacho informó: “han votado los ministros por la libertad de Ignacio del Valle y Felipe Álvarez… nos falta Héctor Galindo. Queremos libertad para todos”.

Por fin, a las 13:33, anunció: "los ministros votaron por la libertad de Héctor Galindo"... Ahora "¡vamos por la libertad de América del Valle!"

Trini Ramírez destacó: “organícense, el mensaje es que el gobierno y el Estado no son invencibles. ¿Se puede vencer al gobierno? ¡Claro que se puede! ¿Es posible hacerlo? ¡Claro que es posible!

Salen del Altiplano los 3 dirigentes, luego de horas de jaloneos

Periódico La Jornada


Viernes 2 de julio de 2010


Almoloya de Juárez, 1º de julio. Las zancadillas entre la Secretaría de Seguridad Pública y el gobierno mexiquense, que estuvieron a punto de echar por tierra la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de excarcelar en forma inmediata y sin excepciones a los tres líderes de San Salvador Atenco fue superada ayer por la tarde mediante la intervención al más alto nivel del gobierno federal.

Finalmente, a las 21:30 horas, en la garita del penal del Altiplano aparecieron las primeras señales: primero Felipe Álvarez y en seguida Ignacio del Valle.

Posteriormente salió Héctor Galindo, sobre quien pesaba aún un proceso penal en un juzgado federal por ataques a las vías de comunicación. Aunque la fianza se pagó esta tarde, trámites administrativos retrasaron su liberación, lo que por un momento enturbió el entusiasmo de todos.

Cuatro años de lucha por la libertad de los presos políticos culminaba con un triunfo del movimiento popular. "¡Se ve, se nota, en Atenco no hay derrota!", era la consigna que retumbaba cada vez más sonora. Con más canas que hace cuatro años, seguramente más curtido, el dirigente campesino que fue considerado "enemigo público número uno" por el gobierno de Enrique Peña Nieto, se quitó la sudadera azul reglamentaria del penal y se puso la camiseta negra que le entregó su mujer, Trinidad Ramírez; el sombrero de palma; el paliacate rojo y el machete. Una vez investido con los símbolos de los macheteros, dijo: "Estoy aquí, estamos bien y más fuertes".

Fue un día largo; mejor dicho, dos días en vela, en tensión constante por el temor de que la palabra empeñada no fuera al final cumplida. El puñado de simpatizantes que resistió las 24 horas de incertidumbre y espera vio compensada su paciencia con sobredosis de emociones, lágrimas y abrazos.

Entre este miércoles y jueves hubo momentos en que la resolución de los magistrados de la primera sala de la SCJN parecía que iba a naufragar. Al recibir de la secretaría general de gobierno de Toluca la notificación sobre la libertad inmediata de los presos, el director del Cefereso de máxima seguridad del Altiplano, Juan Alberto Montoya Aguado, procedió a revisar de punta a cabo los expedientes. A lo largo de toda la noche, varios funcionarios mexiquenses desfilaron por la garita del penal cargados de voluminosos legajos. A primera hora se supo que Montoya Aguado había enviado oficios a los juzgados de Toluca y Texcoco pidiendo indagar "sobre la probable existencia de causas pendientes". Según denunció a primera hora del día Leonel Rivero, abogado defensor, este funcionario "no tiene atribuciones legales" para proceder de esta manera.

Para los familiares de los presos y su equipo de defensores, era evidente la intención de bloquear la resolución de la Corte. Trascendió entonces que intermediarios de buena fe en el conflicto de Atenco hicieron una llamada muy tempranera a la Secretaría de Gobernación, poniendo en aviso a ésta sobre la conducta de las autoridades penitenciarias. Un alto personero de la dependencia a cargo de Fernando Gómez Mont prometió intervenir para agilizar el procedimiento. Sin embargo, ocho horas después, un nuevo actor añadía otro obstáculo al proceso de liberación.

A las tres de la tarde, un escueto comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública federal confirmaba insistentes rumores sobre nuevas causas penales abiertas en el fuero común contra los tres líderes de Atenco, y sus respectivas órdenes de aprehensión.

En tres ocasiones, durante tres días consecutivos, el gobernador Peña Nieto había afirmado categórico que tales causas y órdenes no existían. La SSP lo desmentía abiertamente.

A la vista del comunicado mencionado, pareció evidente que, por el momento, los tres presos del Altiplano no alcanzarían su libertad. Trinidad Ramírez y el abogado Rivero convocaron a la prensa para explicar que el "escenario más probable" sería que la autoridad mexiquense fuera a cumplimentar las órdenes de aprehensión esta misma noche en el interior del penal. Pero que de inmediato se recurrirían. "Tenemos plena confianza de lograr el auto de libertad en un plazo máximo de 72 horas", dijo Rivero.

Trini alentó a su gente. “Esto no es una derrota –expresó–; no nos vamos a ir a llorar al pueblo; vamos a volver, vamos a seguir la lucha legal y popular. Y claro que también vamos a arrancarles la libertad de Nacho, Felipe y Héctor”. Todos abordaron los autobuses y emprendieron la triste marcha de regreso a casa.

No habían avanzado más de 500 metros cuando varios telefonazos los hicieron dar media vuelta. Una intervención al más alto nivel del gobierno federal había logrado doblegar el ánimo de quien había intentado boicotear la resolución de la Suprema Corte.



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